A un año de haberse
confirmado la adquisición de los nuevos BLACK HAWK para la Fuerza Aérea
chilena, es interesante saber de qué tipo se trata y que misiones deberá
cumplir, considerando lo reducida de la flotilla de helicópteros militares
operativos en Chile.
La
Fuerza Aérea de Chile adquirió en 1999 un S-70A, el cual debería haber sido la
“punta de lanza” de una compra mayor, que pasados quince años, logra concretar.
A pesar de su operación en solitario, teniendo dos destinaciones, inicialmente
el Grupo de Aviación N° 9 y actualmente el Grupo de Aviación N° 5.
La
consolidación del proyecto “CAZA 2000” ,
no permitió que se lograse implementar a la institución con helicópteros de las
capacidades requeridas para un efectivo servicio más allá de las misiones netamente
militares. Solo la docena de Bell 412EP vino a paliar en parte el permanente
déficit de este tipo de aeronaves, aunado al sempiterno UH-1H (operativo desde
1966 con varias compras auxiliares posteriores).
La
visión del Mando institucional coincide con las necesidades reales del país, en
cuanto a hacerse de un componente de ala rotatoria que sea capaz de apoyar la
búsqueda, apoyo y rescate de afectados por los constantes y cada vez más
catastróficos fenómenos naturales, como sismos, tsunamis y tormentas de lluvia
de alto milimetraje.
Así,
la decisión tomada en 2015 y concretada en 2016, usando fondos de la Ley
Reservada del Cobre, permite la compra de seis BLACK HAWK nuevos, de la serie
S-70i, producidos por la Sikorsky estadounidense y fabricados en Polonia por la
PZL MIELEC.
Es
interesante conocer que, aunque tendrían capacidad bélica, el medio de
financiamiento solo considera las aeronaves en su configuración básica,
especialmente potenciados para tareas de rescate y transporte, sin incluir
armamento.
Los
S-70i vienen a cubrir un espectro de alta falencia, recordando que para el
terremoto de 2010, el H-02 debió ser apoyado por aeronaves similares de la
Fuerza Aérea de Brasil, dejando de manifiesto la precaria implementación de
ésta área en la aviación nacional. Fueron los UH y Bell 412 quienes llevaron el
peso de su misión en esa emergencia.
La
licitación fue ofertada por tres entes, la Agusta/Westland de Italia/UK con su
AW149, Airbus con sus Cougar y la Sikorsky con el UH-60. Aunque esta fase tiene
otra historia que por ahora no es del caso comentar, lo concreto es que fue
adjudicada a la Sikorsky, que se atuvo a las condiciones propuestas por la
Fuerza Aérea de Chile.
La
firma estadounidense se comprometió a iniciar las entregas en Enero de 2018,
teniéndose la primera noticia pública del proceso de fabricación en Polonia, en
Enero de 2017.
Por
ahora se sabe que la flotilla operará desde la Base Aérea de Colina, la cual se
estaría implementando con infraestructura para el apoyo básico de los helicópteros,
bajo el mando de la Segunda Brigada Aérea.
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